Sunday, 23 December 2012

Utopía y Distopía: Panorama.

Las imágenes que a continuación voy a mostrar son una parte de una serie de 10 imágenes. De esas diez cinco van para el lado de la Utopía y otras cinco son sus extremos distópicos. Me he dado cuenta que tanto el término utopía como su antónimo no son muy conocidos, e incluso es difícil determinar qué exactamente puede ser una utopía y qué una distopía; son términos que requieren un concienzudo estudio filosófico, ético y moral de cada escenificación que nos proponen interpretar. Dejando profundizaciones, bueno, técnicamente la definición de cada palabra sería ésta: Utopía: como palabra, fue usada por primera vez por Tomás Moro (Thomas More) en su libro “De optimo reipublicae statu, deque nova insula Utopiae” en español “Libro del estado ideal de una república en la nueva Isla de Utopía” o simplemente conocida como “Utopía”. Pese al origen, la terminología proviene de unas palabras griegas que forman la frase “lo que no está en ningún lugar”. A la obra de Tomás Moro por otro lado también se le debe la visión tópica de la utopía como una sociedad “aparte” de las otras, comúnmente situada en regiones inaccesibles y ocultadas como islas; aunque la utopía realmente abarca mucho más, Tomás Moro desde su obra “Utopía” deviene de la idea de Platón que se muestra en “La República”, lo que pasa es que Platón no empleaba el término utopía para referirse a su Estado ideal, pero tanto de la obra de Moro como de la de Platón la idea de la armonía utópica se basaba esencialmente en que cada clase social asignada cumpliese su función adecuadamente donde el grupo de sabios gobierna junto con los protectores, guardianes y productores (comerciantes por así decirlo)… Con el tiempo la idea de la utopía ha ido evolucionando constantemente y al ritmo que evolucionaba la sociedad, dejando por otro lado claro que la utopía se moldea según sea el mejor cuadro que puede formarse ante las necesidades y deseos de una época u otra, pero la esencia de mostrar una felicidad colectiva y una sociedad agradable para todos no decae en ninguna de las ideas; pero dada que el pensamiento es siempre algo subjetivo, desde las utopías sociales como las de Robert Owen o las utopías políticas de Karl Marx pasando por las críticas sociales como las de Aldous Huxley en forma de “falso paraíso”. Distopía:palabra (por algo hay que empezar) que surgió mucho más tarde a finales del siglo XIX por John Stuart Mill, recogiendo el término de Tomás Moro de utopía y negativizándolo. La distopía ha nacido desde la más pura sátira crítica a la sociedad contemporánea, casi siempre se muestran como una advertencia sobre un futuro posible en vez de cómo un sueño precioso como se suele mostrar con la utopía. La distopía pisa la tierra, y cuando la pisa hace daño al mostrarse como posible realidad coherente que está por venir, no es la distopía sino la muestra de un camino (en vez de una exaltación como hace la utopía) por el que la sociedad podría acabar moviéndose. Aunque la distopía es una fuente de inspiración hacia las artes, en especial la literatura, la cual ha ido poco a poco mostrando los posibles problemas que podrían explotar en una crisis social; es curioso, que a la distopía se la haya crucificado prácticamente con la ciencia ficción, no pretendo infravalorar la ciencia ficción para nada, pues el problema no es que los ejemplos distópicos se asocien a una subrama de la ciencia ficción sino que la ciencia ficción sea atribuida por el público como un género normalmente poco serio o sobresaliente. A opinión personal, claramente visible con las obras en las que se recrea un escenario distópico, la ciencia ficción suele ser un hipérbaton de la sociedad del autor en donde se pueden resaltar mejor que nunca los problemas y las dificultades por las que se pueden desatar por los actos sociales actuales. Problemas que a menudo pasamos por alto pero que crean para otros una preocupación sobre hasta qué puntos podemos llegar a degradarnos, ya séase el de una sociedad sobremedicada (drogada mejor dicho), amoral y anclada como la que muestra Huxley; o una intimidad desaparecida y una sociedad sometida por “su seguridad” como la de George Orwell hasta la completa pérdida humana procibernética de realidad virtualizada (y por ende falsa) que muestra William Gibson. En cuanto a las ilustraciones, hay un total de diez, cinco para cada uno de los extremos. Las ilustraciones contienen unas medidas de 106x78 centímetros todas ellas y son de papel tipo Hahnemühle (regular para tinta, horripilante para acrílicos y óleos) con un grosor de 35 gramos. Se distribuyen en cinco temas en donde se muestran el lado distópico y el lado utópico de cada uno, todos ellos dispersados por el laberinto; eso sí, pese a la dispersión, una ilustración y su alter-ego estarán cercanos mostrando que el lado distópico a menudo está muy cerca del utópico o también que cuando se persigue la búsqueda del bien común también acrecentamos la posibilidad de que nos volvamos contra nuestro fin y acabemos en la distopía. La mayor parte de las ilustraciones son recopilaciones de las ideas de famosas novelas que suelen abordar las distopía o la utopía o de pensamientos filosóficos. Aquí pongo las dos ilustraciones más, por así decirlo, generales, centrados en el paisaje (panorama):

Éste es el utópico,lo que se muestra (de manera bastante simple) es muy parecido al que representa Tomás Moro pero sin la presencia del mar y mezclado con ciertas filosofías del New Age que abogan por una convivencia con el medio ambiente. Se unen también el simbolismo pasado de una plaza griega (un ágora), en el cual la plaza de una población era el punto de encuentro entre todos los habitantes y donde se desarrollaban la mayor parte de las tareas públicas, de ésta forma se refuerza más la comunicación personal entre las personas vecinas.

El lado distópico es una ciudad al más puro estilo del subgénero distópico del cyberpunk: con rascacielos kilometrales, tecnología superavanzada y masiva, estilo rápido, aerodinámico y con la sensación de que la ciudad es una colmena de abejas enorme donde la humanidad persiste vacía de toda moral. La ilustración se basaría en algunas obras, como ya he dicho, basadas en la distopía del cyberpunk tales como la de “Neuromante” o la película y cómic japonés “Akira”. ¡Buff! Cómo me he enrrolladoooo...


Y aquí dos bocetos coloridos:

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